martes, 26 de mayo de 2009

“La Esperanza” la casa solariega de Luis Gabriel Charvet Lailhacar

Uno de los recuerdos de mi infancia se vincula a las visitas que, junto a mis padres, realizábamos al Cementerio de San Diego, en el centro colonial de Quito: siempre que subíamos por la calle Imbabura para visitar a “nuestros muertos”, mi madre nos mostraba la enorme edificación de “La Esperanza”, vinculada con su familia paterna.

Esa edificación destacaba, sobre todo, por la enorme leyenda que en letras gigantescas daba fe de su nombre: “La Esperanza”. Estaba ubicada en un singular nudo vial formado por cinco esquinas (tal es el nombre que en el barrio se da al lugar), formado por las calles Imbabura, Barahona y Pérez Quiñónez, al pie del Panecillo.

El recuerdo lo he rememorado tras la reunión que el 15 de mayo mantuvimos un grupo de integrantes de la familia Charvet. Carmen Amelia Charvet Parra contó que su padre, Luis Benigno Charvet Ruales, el primer hijo de Luis Gabriel Charvet Lailhacar, era el encargado de reponer las gigantescas letras de “La Esperanza” cuando era necesario.

Es que “La Esperanza”, como alguien escribió para el blog, fue la casa solariega, el cuartel general en Quito del fundador de la dinastía, Luis Gabriel Charvet Lailhacar. Era una casa enorme, con un terreno de grandes dimensiones anexo y varias salidas alrededor de la manzana, que incluía corrales, caballerizas, cultivos, etc.

El barrio en que se encontraba, entre San Diego y La Victoria, era uno de los mejores de Quito. Calles anchas y cómodas permitían mover carruajes y acémilas, los coches de caballos y los primeros vehículos. Ahora, el sector es, prácticamente, una “zona roja”, muy peligrosa en la noche y repleta de abacerías, bodegas y conventillos.

¿Y qué pasó con “La Esperanza”?

Esquina de las calles Imbabura o Calle de la Muralla de San Francisco y Pérez Quiñónez, en donde se ubica el inmueble “La Esperanza”, según lo consigna una pequeña placa que contrasta con el antiguo rótulo de grandes letras de metal y fondo color verde, retirado por los actuales propietarios de apellido Cobos

Al visitar el sector se comprueba que el enorme rótulo ha desaparecido y el inmueble al que aludía se ha parcelado. Ahora son cinco casas diferentes, también de diferentes dueños. La esquinera, la más grande, en la esquina de las calles Imbabura y Pérez Quiñónez, ostenta un pequeño rótulo “La Esperanza” colocado por el Municipio.


Por testimonio de los vecinos se pudo saber que hace 40 años el gran inmueble había pasado a manos de una familia Cobos, que poco a poco lo fue dividiendo y vendiendo a diferentes dueños. Por largo tiempo la casa esquinera fue un aserradero y ahora se ha convertido en casa de vivienda, parqueadero y marmolería, todo ello en un solo bloque.

Hasta aquí llegó la investigación. Sería interesante que quien conozca detalles de lo que fue “La Esperanza” en sus momentos de esplendor, los cuente a los lectores de este blog. Parece ser, también, que Luis Gabriel Charvet Lailhacar y sus sucesores, fueron propietarios de grandes edificaciones en Quito. Vamos a ver quien nos lo puede contar.

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