miércoles, 22 de abril de 2009

Escribe Pedro Charvet Morales y aclara muchos interrogantes

Un poco de historia sobre el apellido…..
Adjuntamos la historia del apellido y el Escudo que lo identifica obtenido de: “The Historial Research Center Inc.” en francés. Inmediatamente se incluye la traducción respectiva.

Traducción:
El apellido de la familia francesa Charvet halla su origen en un sobrenombre. Los apellidos de la familia que derivan de un sobrenombre constituyen un extenso abanico y están caracterizados por su gran variedad. Esta categoría engloba varias fuentes posibles.
Los más utilizados son los apellidos que están basados en las características físicas o sobre un atributo personal del primer portador del apellido. En este caso, el apellido Charvet es una forma regional del apellido “Chauve” que desciende de la palabra “calvo” que data del siglo XII y derivaba del latín “calvus”. De este modo, el sobre nombre Charvet habría sido apropiado para identificar a un individuo que fuese calvo.
La utilización de apellidos hereditarios en Francia hizo su aparición en el siglo XV. Este proceso fue escalando en el curso de 200 años, porque la costumbre de pasar un apellido de familia a la generación siguiente comenzó ya en el siglo XIII.
Las principales variantes del apellido de la familia Charvet son:
Chauve, Charve, Charvoz, Charvot y Charvin
Luego de las etapas de inmigración el apellido Charvet hizo su entrada al nuevo mundo del siglo XIX así es citado un tal caballero Charvet que desembarcó en Nueva Orleans en 1822, tendría unos 31 años. Dentro de algunos de los notables portadores que han llevado este apellido o una variante, hay una familia Charvet perteneciente a la nobleza que era originaria de la Lorraine. Esta familia fue ennoblecida en el año de 1708 y recibió el permiso de portar las armas de Weisse. Esta diò un Consejero a la Corte Soberana de Lorraine, un Abogado General del Parlamento de Nancey en 1780, así como un Consejero General en el Parlamento en 1774.
Escudo de Armas: Escudo de líneas verticales sobre oro, un león de dinero soldante sobre el escudo.
Interpretación: las líneas verticales rojas representan grandeza, audacia y coraje. El Oro, (amarillo) demuestra la generosidad. El Dinero (blanco) simboliza la paz.
Origen: Francia

Entrando en materia
Así como en 1822 un Charvet desembarcó en Nueva Orleans (de acuerdo a lo indicado líneas arriba) y seguramente diò comienzo a los Charvet en Norte América –aunque no lo hemos sabido- así también en el año de 1851 Louis Touissant Charvet (ciudadano francés 1812-1887) y Marie Lailhacar (ciudadana francesa 1830-1876) llegan y contraen matrimonio en Buenos Aires (Argentina) en el año de 1851. En 1853 nace su primera hija Carolina Charvet Lailhacar; luego se trasladan a la ciudad de Mendoza en donde nace su segunda hija llamada Clementine Celestine en 1859; luego viajan al Ecuador y se asientan en el Puerto de Guayaquil, en donde nace el tercero y último de sus hijos Louis Gabriel Charvet Lailhacar.
Carolina la primera hija se casó con el ciudadano también francés Ludovic Honoré Gouin, quien era de mucho dinero y poseedor –entre otros bienes- de un gran almacén tipo hoy en día (Almacenes Juan el Juri) guardando las distancias, y que estaba situado en la planta baja de lo que hoy es el edificio propiedad del Banco del Pichincha en la Plaza Grande de Quito (Espejo y Venezuela) –ofrezco entregar foto-.
Clementine Celestine, la segunda hija de los Charvet Lailhacar, muere soltera el 28 de abril de 1876 en Quito-Ecuador a los 17 años.
Louis Gabriel Charvet Lailhacar, el tercero y último de la pareja de franceses que vinieron a Sud América es el tronco del cual salen todos y cada uno de los Charvet en el Ecuador. Debido a que la familia se ha diversificado enormemente, a continuación un cuadro que aclara las diferentes y, sin embargo únicas familias Charvet.


Como el que esto escribe es descendiente de la pareja Louis Gabriel Charvet Lailhacar y Rosa Elena Rosales Jara, cuento mi historia y al mismo tiempo hago las rectificaciones necesarias de lo escrito anteriormente en el blog.
Mi abuelo conoció a mi abuela Rosa Elena Rosales Jara a quien cariñosamente llamábamos Tama, no Mama Tama, en un pueblito que no era Cotocollao sino Guàpulo. Ella tenía no dos hermanas, sino tres, a saber: Rosario, Clementina y Leticia (orden de nacimiento, mi abuela era la mayor), ninguna de ellas era costurera, mi abuela Rosa hacía bordados, encajes en almohadilla, tricoté y además sabía todo lo relacionado al funcionamiento y la mecánica de las pocas máquinas de coser que existían en ese tiempo. Su hermana Rosario era partera y las dos restantes, Clementina y Leticia se dedicaban a los quehaceres domésticos.

En algún momento apareció mi abuelo por esos lares, en ese tiempo tenía 34 años y era bastante agraciado y seductor; solicitó le que confeccionen una camisa. La supuesta “costurera” que en su vida había hecho una camisa se comprometió con este cliente a intentar hacerla. El trabajo no estuvo a gusto del cliente, pero la amistad había sido hecha y en poco tiempo más la amistad se convirtió en amor y este diò sus frutos el 29 de mayo de 1896 cuando nacía Luis Gabriel Charvet Rosales. Mi padre tuvo dos hermanos propios no fue hijo único: Henriette y Eduardo, quienes a temprana edad fallecieron. Sus restos se encuentran en el Cementerio de San Diego en Quito.

La niñez y la juventud de Luis Gabriel Charvet Rosales –según el mismo lo decía- fue muy grata, transcurrió con buenos juguetes, excelentes para ese tiempo, con viajes a Francia (remito fotos) sin apuros económicos; y su juventud, no se diga, elegante, buen mozo, lleno de admiradoras, con carro a la puerta (una pequeña historia sobre carros les tengo reservada) sin embargo, en el fondo desde niño tenía una pena grande: su madre Rosa Elena Rosales Jara HABIA DECIDIDO ABANDONAR A SU PADRE. Ella no lo volvió a ver jamás.


Hubo algunos viajes que realizaron a Francia Louis Gabriel Charvet Lailhacar y Rosa Elena Rosales y su hijo Luis Gabriel, pero el más importante de estos fue a finales de 1897, cuando la idea era irse solo los tres, pero mi abuela Rosa había exigido llevar a sus hermanas Clementina y Leticia pues no quería que se queden solas, ya que Rosario, la otra hermana vivía muy ocupada con su trabajo (partera).

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